De la conversación entre dos vecinos nació la iniciativa de replantar y cuidar el jardín en esta maceta de hormigón que se estaba convirtiendo en una papelera. Así sucedió la metahistoria de este maceto jardín:
Jesús Vidal, morador del huerto urbano de Huerkarral, un polinizador irreductible de la belleza, no entendía ni soportaba que esta maceta situada a la altura de la calle Mataró, 85 se hubiese convertido en un cenicero-papelera urbana. Así que cada vez que pasaba a su lado dedicaba tiempo a retirar basura
Este civismo barrial fue contemplado en varias ocasiones por Jorge, un vecino del barrio que vive en una casita baja frente al macetero. Un día Jesús pasó por el macetero y se sorprendió al verlo lleno de plantas. ¿Os imagináis quién fue el duende, verdad?
Desde ese encuentro un jardín tan diminuto es cuidado por dos grandes jardineros vecinales